Es curioso el valor de las cosas... Tenía una bici vieja, oxidada, con el sillín rajado y atorado, estropeado el freno de atrás y con las marchas regular... En fín, una bici que nadie compraría por más de 10 euros en el mercado de segunda mano... Ésa era mi bici y me la han robado, esta tarde, con una cizalla... Y el candado cortado lo han dejado de recuerdo.
No tengo dinero para comprar otra ahora, así que en realidad lo que me han robado no es una bici de 10 euros: curiosamente lo que me han robado son los pies.
2 comentarios:
muy creativo el texto, y la foto perfectamente ilustrativa. Bueno ahora ya sólo te queda el alma ja ja
Con el alma y una cámara vamos tirando :) Pero dentro de nada tendré una bici mejor, hay que ser positivos!
Publicar un comentario